sábado, 19 de enero de 2013

RELATO :)


Ll-la llegada

Me desperté con el mismo sueño, otra vez, sin alguna explicación. Siempre pasaba lo mismo y nunca conseguía que terminara el sueño, era como un videojuego, te mataban antes de poder pasártelo. No sé si mi subconsciente se reía de mí y por eso soñaba siempre lo mismo solamente para restregármelo por la cara, aunque si fuera así diría que mi subconsciente no era muy majo que se diga.
Aunque me frustrara tal sensación lo que hice fue pasar de ello y centrarme  en aquellas cosas positivas que iba a hacer hoy, iba de excursión con mis padres a casa de mis abuelos en el pueblo Mira el Monte así que por fin vería a esa yegua que me enamoraba cada segundo, siempre he sentido cierta conexión cuando estaba junto a ella, con cada galope y cada paso que daba me gustaba mas montarla, era preciosa, de negro pelaje, tan negro como el carbón y de crin tan larga y suave que me encantaba hacerle trenzas de cuatro, desde que me enseñó a hacerlas mi madre se las hacía a todas las personas que pillaba, incluso a mi hermano, de larga melena al que le encantaba hacerse un moño con un lápiz de adorno, ya como algunos comprueban en su forma de vestir que era un tanto hippie, aunque era la persona de mi familia mas razonable y la que mas me escuchaba a la hora de desahogarme, sabía que podía confiar en él.
De pequeños solíamos jugar juntos en el huerto de nuestros abuelos las tardes de verano, nos encantaba embadurnarnos de barro y saltar el riachuelo que había de piedra en piedra, nos sentíamos libres, fuera de toda la civilización dónde podíamos ser nosotros mismos sin necesidad de aplicar reglas orden o tragarte las respuestas de algunos de tus amigos mas re sabidillos de lo normal, aunque para ellos nosotros no éramos los normales.
Nos criticaban por tener demasiada creatividad e imaginación, por no ser como los demás,
Yo creo que era porque nos tenían envidia ya que casi todos eran hijos únicos y nosotros nos teníamos el uno al otro.
        ***
Cuándo ya estábamos camino hacia el pueblo empezó a sonar un chirrido que provenía del motor del capó del coche, era una de aquellas veces en que mi padre podría decir algunas de aquellas frases suyas tan ingeniosas y graciosas que no venían a cuento o que no tenían sentido, pero esta vez no, hasta mi madre que no sabía mucho de coches sabía que deberíamos parar en el primer pueblo que pillemos, porque algo no andaba bien. Cuándo pasamos una curva nos encontramos en un pueblo que se llamaba   e pí it  ol i dad.
Parecía que se habían arrancado unas cuantas de letras del tablón de la entrada al pueblo pero eso no nos impedía a entrar así que así fue.
Después de aparcar en la plaza del pueblo mis padres salieron del coche y empezaron a buscar una explicación, cuando abrieron el capó salió un montón de humo que nos hizo toser a todos, uno detrás de otro, así que mi madre dio una de esas ideas lógicas que nos parecían bien a todos. -No entiendo nada de nada, mejor que llamemos a un mecánico. –De acuerdo, esperad que le llame. Dijo mi padre seguidamente con una voz fuerte, una voz distinguida que me recordaba a mi profesor de educación física que siempre nos decía –Blandengues podéis correr mas rápido he visto a niños pequeños que corren mas que vosotros. Pues claro que corren más, son más pequeños y por tanto más energía, me tendría que haber visto a mí de pequeña, era la mas rápida de mi clase, pero ya tengo 13 años, voy perdiendo facultades.
Cuándo iba a coger mi mochila del maletero del coche me llevé una sorpresa.-Niños, no hemos podido decir al mecánico el nombre exacto del pueblo y le hemos dicho la carretera donde nos situamos pero dice que tardará unas horas, ¿Por qué no vais a dar una vuelta por el pueblo mientras tanto?
No me pareció mala idea excepto que odio cuando nos dice niños, o hay veces que críos, polluelos  incluso, ¿qué clase de persona viva dice: ¡polluelos, venid a cenar!?

Cuándo íbamos caminando por el pueblo mi hermano y yo con el paso tan lento que podíamos ir pero entreteniéndonos a la vez, pudimos observar que el pueblo no era muy… ¿cómo es la palabra? ¿Nuevo? ¿Interesante?  Pero mi hermano tan sincero como siempre supo decir la palabra; fantasmal. Las casas, la luz del atardecer nos recordaba a la primera película que vi cuándo era muy pequeña, aunque mis padres no me dejaban verla, de tan empeñada que estaba me escondía detrás de las escaleras para que nadie me pudiera ver, era muy cabezota y diría que valió la pena pero no fue así, todo lo contrario, esa noche me cagué, bueno no, en sentido literal me meé pero mi madre no me riñó porque yo misma había aprendido la lección.
Hacía mucho frío y se me congelaba la nariz rápidamente, se me ponía tan roja que parecía Rudolph.
Había un montón de callejuelas por el pueblo, pero no nos preguntábamos cual coger, las piernas nos guiaban hacia allí y ya está.
En el escalón de una puerta estaba un chico de espaldas, inmóvil, silencioso, y siempre mirando al frente, cuando escuchó el ruido de un gato golpeando a una piedra se dio la vuelta,
Nos paramos  y nos miró fijamente durante unos segundos, antes de que nos diera tiempo a dar  un paso mas salió corriendo, tan deprisa como un lince tan ágil como un gato, en el poco tiempo que le había podido ver me había dado cuenta de que era mas o menos de mi edad y que preciosos sus ojos azules, era un tipo de color plateado, estaban rasgados y tenía unos labios finos con unas orejas pequeñas, una nariz muy perfecta y un pelo revuelto color castaño oscuro. A mi hermano y a mí nos mataba la curiosidad de salir corriendo también para ver hacia dónde se dirigía, ya que en aquella dirección solo había bosque, y como no teníamos otra cosa que hacer salimos a su encuentro.



Cuando habíamos entrado en el bosque nos habíamos sentido un poco raros, como si hubiéramos atravesado una burbuja. Nos cansamos muy rápido y nos caímos unas cuantas de veces por todas las zarzas que había,  pero valió la pena, porque llegamos hasta dónde se paró el niño, el miró a todos lados y rápidamente nos escondimos.
Cuando nos levantamos para ver si ya se había dado la vuelta vimos que ya no estaba allí, ¿Dónde podía estar? ¿Y si se había escondido? Pero no puede ser porque no había allí sitio para esconderse, solo había árboles y está claro que no se podía haber ido corriendo quilómetros en unos segundos así que mi hermano y yo nos miramos desconcertados y dije: -O tenías razón al haber dicho antes que el pueblo era fantasmal o este niño se practica para las olimpiadas.
1.-    Los ruidos, miradas y pasos…
Cuándo nos queríamos ir hacia donde estaban mis padres ya era tarde, el bosque estaba oscuro y el viento azotaba levemente las hojas de los árboles altos y rugosos de formas curvadas y con corteza muy seca.
No sabíamos cuál era el camino de vuelta y yo ya estaba empezando a estresarme, pero mi hermano que era muy tranquilo me dijo: -Creo que vinimos del sur, y ya que el musgo crece por el norte tenemos que ir… -Por allí. –Dije yo un poco más tranquila y severa.
Cuándo empezamos a andar no nos parábamos ni un segundo aunque después de un largo rato a veces se subía Jason a los árboles para ver si estábamos cerca del pueblo, pero siempre decía.-Nada. – Por suerte tenía reloj y controlaba la hora cada segundo que pasaba pero siempre marcaban las siete, -Jason, mi reloj está roto, ¿me dices la hora?. –Ya sabes que estoy en contra de los relojes, contaminan mucho y gastan el dinero es ese metal que luego no se recicla para nada, pero tengo mi reloj de sol. –Entonces pensé, para qué un reloj de sol si no había, bueno, tan solo unos rayos se asomaban un árbol tras árbol, pero no hacía la sombra.
Esto parecía que no acababa nunca y decidimos descansar, nos sentamos en una roca de lo agotados que estábamos y no decíamos ni una palabra para que no se nos secara la garganta.
Solo escuché decir a mi hermano que iba a ver si veía alguna ardilla y yo asentí tan lentamente que ni se notaba. Cuándo se había alejado escuché un chasquido y yo que era muy miedica dije: -Jason sé que quieres asustarme pero no lo vas a conseguir. Dije con voz insegura. Pasados unos segundos volvió a sonar el mismo chasquido, solo que esta vez aún mas cerca, miré hacia todos lados y no vi absolutamente a nadie ni a nada, cuando giré la cabeza vi a una persona que se escondió detrás de un árbol rápidamente, -¿Hola?
Volvió a dejarse ver la cabeza y cuando me iba a levantar otra vez se escondió. Le veía asustado y nervioso, quería comprobar quien era yo y yo comprobar quien era el, pero ninguno daba el primer paso.
Contuvimos la respiración unos segundos y me volvió a mirar, ya podía reconocer quien era mas de cerca, los mismos ojos, la misma mirada, los mismos movimientos… era aquel chico de esta tarde, el que corría a toda velocidad por el bosque y desapareció sin dejar rastro. Pero ahora estaba allí, ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién era el? No entendía nada. Tenía muchas preguntas, entonces cuando iba a formular la primera dio  un respingo hacia atrás y salió corriendo otra vez, esta vez no pensaba dejarle escapar, no, esta vez no, corrí con todas mis fuerzas tanto como cuando era niña y competía en las carreras de mi pueblo, como si pudiera estar corriendo horas y horas así, estaba a punto de alcanzarle, pero él era muy rápido, aunque no tenía ropa muy adecuada para estar por allí ya que llevaba puesto una camiseta gris sucia y rota de manga corta unos pantalones pesqueros con una cuerda atada para ajustarlos y lo peor es que iba descalzo, los pies los tenía sucios arañados y muy agrietados.
Parecía que no se cansaba nunca, hasta que por fin llegué de la camiseta y tiré, le arranqué un trozo de tela y miro un momento hacia atrás, se dio cuenta de que ya estaba casi rozándole y me dio un manotazo en el brazo y caí al suelo. El siguió corriendo y miraba hacia atrás, hasta que paró casi sin aire y me miró, en cierto modo parecía que le daba pena y ganas de ir a ayudarme pero no hizo nada, solo se quedó quieto esperando a que pasara algo, yo tenía mucho calor y quería beber y descansar, pero intenté hacer un leve movimiento para levantarme y me caí rendida al suelo  desmayada.
       ***
Intenté abrir los ojos pero se me cerraban al segundo y solo veía imágenes borrosas, ya no estaba en el bosque, sino en una especie de cabaña con una hoguera apagada y en un sofá mugriento y desechado. Había una taza de té caliente sobre la mesa y tenía una bolsa de hielo en la cabeza, de repente pareció acercarse alguien a mí. –Andy, despierta, venga, Andy despierta, soy yo, Jason. Entonces con la mente llena de preguntas dije: ¿Pero qué ha pasado? ¿Dónde estoy? -Cuando saliste corriendo me preocupaste y encontré un trozo de tela tirado por el suelo, seguí en esa dirección y encontré una cabaña pequeña y llamé, me abrió este chico y me llevó hasta ti, aunque tuve que convencerle bastante para que me dejara entrar, aunque no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza.
Levanté medio tronco y miré en la sala, estaba el niño sentado en el suelo observándome serio e inmóvil, iba a hablarle pero él se adelantó a irse de la habitación.
Cuándo cruzamos unas miradas mi hermano y yo en silencio el niño volvió y nos entregó una bolsa, la abrimos y había un poco de comida, pan bellotas fruta y un poco de cebolla, cuando nos la entregó hizo un gesto con la mano indicando la salida y nos levantamos para irnos, -¿Nos puedes decir por donde se va al pueblo? Es que estamos perdidos. No contestó nada y cerró la puerta. Llamamos y golpeamos la puerta pero no hubo señales de vida. Frustrados cansados y desconcertados nos íbamos a ir cuando se acercó mi hermano y me dijo: -Hay que convencerle de que nos muestre el camino, haremos una hoguera cerca y no nos moveremos hasta que por lo menos le demos pena, no podemos irnos ahora, es de noche y puede haber monstruos. Sé que mi hermano me hacía eso para asustarme pero la verdad es que lo conseguía a la perfección, en ese momento no nos importaba ni la hora que era ni nos habíamos acordado de que teníamos que volver con nuestros padres. Es como si nuestra mente solo se centrara en el bosque y en salir de allí, lo único que podíamos recordar era nuestra llegada al entrar en aquella burbuja con una sensación extraña.

 2.-     la hoguera
Cuándo ya se escondía la luna por detrás de las nubes y casi no nos quedaba luz para divisar el bosque nos pusimos manos a la obra para encender fuego y poder estar calentitos esa noche, mientras mi hermano iba a buscar mas palos para la hoguera, yo miraba fijamente a la cabaña del niño, yo sabía que el también miraba de reojo pero estaba claro que no le iba a preguntar, notaba en su rostro una mezcla de miedo asombro y misterio, parecía que en cualquier momento se le iba a escapar una lágrima de los ojos, le pasaba algo, al principio pensaba que él también se había perdido en el bosque, porque estaba el solo en esa cabaña, aunque por otro lado parecía que esa cabaña le habría costado años y años hacerla, y creo que solo tenía mi edad, pero ¿y si ya estaba hecha de antes?
Cuándo mi hermano vino el niño se dio la vuelta y se escondió en la casa, en ese momento tuve como un recuerdo, como si eso hubiera pasado antes, esa imagen del niño escondiéndose en la casa asustado. No le di  mucha importancia y ayudé a mi hermano, cuando íbamos a encender la hoguera el niño se acercó y nos lo impidió, mi hermano se cabreó, -¿Pero que te pasa por la cabeza? No nos dices como volver a casa pero tampoco encender una hoguera para pasar la noche. Intenté tranquilizar a mi hermano, pero no hubo remedio y el niño como siempre estaba quieto mirándole muy serio, parecía que le tenía miedo y horror a la vez, cuando por fin el niño dijo las primeras palabras: Para, los espíritus de los hombres vendrán a por mi, y me encontrarán si no paso desapercibido.
Nos mirábamos con un cara de que no entendíamos nada por completo y pudimos ver que después de tantas discusiones al final dimos pena y el niño dijo: Está bien, quedaos unos días en mi casa pero nunca hagáis fuego, ni dejéis rastro, tampoco gritéis e incluso habléis del pueblo fuera de la casa, por lo que mas queráis no os lo recomiendo.
Ahora que por fin sabíamos que el niño no estaba mudo y nos sentíamos un poco mas ``unidos´´ solamente asentimos con la cabeza y volvimos a la cabaña de nuevo, sin formular una pregunta, sin recibir una respuesta…
  3.-  Algunas respuestas
Era una mañana fresca, me recordaba a la primavera pero no podía ser, era extraño… había crecido un montón, me había cambiado la cara y a mi hermano le había salido perilla, el niño también estaba mas alto y cada vez parecía que nos hablaba mas, incluso el otro día cuando me ayudó a ir a pescar a un riachuelo que cruzó el bosque, no sé por que pero cada vez me interesaba mas saber acerca de él, y siempre que le preguntaba giraba la cabeza y cambiaba de tema, no había remedio pero me daba igual, era tan especial para mí, sentía que esto no había sido una simple casualidad y pocos creen en el destino, una de aquellas personas soy yo.
Significaba algo, sé que ocultaba una gran historia dentro de su mente, como yo oculto la mía…
Esa misma noche volvimos temprano a la cabaña cansados de haber estado todo el día investigando el bosque, siempre con el mismo límite que nos imponía el chico. Todavía no tenía idea de su nombre así que decidí en ponerle uno, Cory, ese sería de momento, y él lo sabía porque siempre que me dirigía a él se lo decía, sentía que el me miraba de manera distinta, lo notaba en sus ojos profundos llenos de misterio y sensibilidad a pesar de todo.
Yo y mi hermano dormíamos en la misma sala que entré la primera vez que pisé esa cabaña, en aquella habitación había una chimenea vieja y polvorienta con la que se hacía un fuego estupendo, cuando me dormí gracias a aquel calor de la hoguera caí rendida en ese profundo y doloroso sueño, otra vez, ¿Pero qué me pasaba?  .-No, no ¡déjame en paz! Apártate de mí, no Ally no-. Gritaba sin cesar, estaba sudando y temblando a la vez, me movía hacia todos lados y sentía que me faltaba el aire, cuando de repente vino Cory y me agarró de la mano, tras ese movimiento me desperté bruscamente y casi me caí del sofá, pero menos mal que él me estaba agarrando, y yo llorando le abracé con toda la fuerza que me quedaba, el asustado por verme así me preguntó que qué había pasado.-Andy, tranquila estoy aquí, nadie te puede hacer daño.- Dijo con el mejor tono que pudo decírmelo.-Yo estaba allí, y ella… otra vez, en el mismo lugar me estaba pidiendo que la ayudara, tengo que ir a por ella… desde que desapareció yo…-.-¿A por quién? ¿Qué a pasado, a sido ese sueño otra vez?-.
-sí, el de todas las noches, nunca me había pasado algo parecido.- Andy tranquila, puedes contármelo, por favor, déjame ayudarte-. Tras un largo silencio empecé a contárselo.
Estaba jugando con mi amiga en un lago helado, todo nevado,  solo estábamos centradas en la pelea de bolas de nieve que estábamos haciendo entre risas. A lo lejos había un bosque, sé que era igualito a este, allí se oían gritos de pánico, angustia y miedo, miré a la cara de Ally, mi amiga, y solo veía una mancha negra que cubría toda la cara de Ally, llena de bichos extraños e insectos, y cuando abrió la boca me susurró al oído: Si quieres salvarme entra en el bosque, si no te atreves, nunca has querido ayudarme.
Cada vez sonaban mas cerca los gritos, sentía tanta angustia que me abracé tapándome los ojos y los oídos y…
-¿Te despertaste?-.Dijo entonces Cory.
-Cory, sé que me falta algo, esto no puede ser casualidad, no ahora.
-¿Te puedo hacer una pregunta Andy?-. Yo entonces asentí.- ¿Cómo murió All…?
-Ni se te ocurra a terminar esa frase Cory, ella no está muerta, sé que todavía el caso no está resuelto y todo el mundo se equivoca, sus padres son los únicos que piensan como yo, incluso los policías son idiotas, ella está viva.
-Pero Andy…
-¡No, no sabes nada acerca de mí y de ella! ¡Nada! ¿Para qué te cuento esto si tu solo hablas para hacerme preguntas?, ¡llevo aguantándome sin respuestas todo este tiempo! No sé ni siquiera si puedo ni debo confiar en ti, incluso si me estás mintiendo y todo esto sigue siendo un sueño y todavía no me he despertado del desmayo.
Se me escaparon un montón de lágrimas y sé que él estaba haciendo lo imposible por contenerse después de como le había gritado. –Cory, lo siento.
-No, tenías razón respecto a todo. Suspiró un momento y continuó.-No me llamo Cory, soy Daniel Rose, nací en California, iba al colegio Swanchford, vivía con mi madre cuando mi padre falleció unos meses antes de habernos mudado a este pueblo, eran tiempos de guerra y mi padre era soldado, no vivíamos en muy buenas condiciones, mi madre me cuidó de la mejor forma que pudo yendo a trabajar para Louis Harrinson, el hermano de mi padre, mi tío, siempre nos había tenido envidia de que pudiéramos ser una familia en vez de estar solo y con dinero, cuando murió mi padre, mi tío se volvió mas orgulloso y seguro de sí mismo, todavía recuerdo la cara de satisfacción que se le puso en el rostro el día que enterramos a mi padre.
Mi madre y yo vivíamos en esta cabaña, venía el invierno y por tanto, los días mas fríos y en los que poco se podía trabajar, mi madre no llegó a tiempo el día que tenía que pagar todo lo debido a mi tío por los alimentos atrasados, así que mi tío lleno de furia contrató a unos tipos para que nos matasen a mi madre y a mí.
Cuándo iban a entrar en el bosque mi madre bajó al sótano y me dio este amuleto de mis antepasados que me protegía de toda vida ajena. Mientras lleve este amuleto nadie podrá vivir en este bosque salvo yo ya que no encontrarán el camino de vuelta a casa y lo peor es que se lo terminarán por comérselo los lobos y los zorros.
Cada vez que entres en el bosque el tiempo cambiará, un minuto de tu vida son un año de la mía.- Por eso mismo no te funcionaba el reloj como me contaste y sentiste esa sensación extraña al entrar en el bosque,  y también explica por qué vuestros padres no os están buscando ahora mismo, hemos crecido Andy, te parecerá raro pero han pasado dos años dentro del bosque y dos horas fuera.
-¿Quieres decir que ahora mismo tengo quince años?
-Tenemos quince años. Andy, antes mi madre y yo teníamos una vida maravillosa y ahora… no tengo nada ni a nadie…
-Me tienes a mí.
Daniel sonrió por primera vez desde que nos conocimos, no pude resistirme de darle un abrazo, los dos habíamos perdido a seres queridos.
-Andy, te ayudaré.
-¿Qué?
-Te ayudaré a encontrar a tu amiga, tenías razón, era el destino que llegaras hasta aquí, ¿Cómo si no ibas a haber superado al amuleto y haberte encontrado conmigo?
-Daniel, sé que en otra vida también hubiera estado junto a ti, si es el destino te hubiera encontrado en cualquier otra parte.





4.- El encuentro
Cada vez sentía que podía confiar mas en el, ya éramos como hermanos y por eso a veces Jason se ponía un poco celoso pero a la vez comprensivo porque él sabía lo que sentía respecto a Daniel, nunca se me pasó por la cabeza que algún día me iba a separar de él, tenía que hacerlo pero no podía, ese sentimiento me invadía todo el cuerpo y había veces que era hasta incontrolable para mí, alguna vez me pregunté si el sentía lo mismo que yo y si yo me fuera él se viniera conmigo… aunque no creo que a él le guste mucho, ha estado años en esa casa y sé que le resultaría muy duro separarse de ella, aparte de sus recuerdos de la infancia.
También, pensando en si se viniera, ¿Dónde lo metería? Quiero decir, ¿Cómo explicaría a mis padres que ha pasado dos años conmigo y que nos ha protegido de unos espíritus que viven en el bosque?
En todo ese tiempo había conocido a otra personilla muy curiosa a la que también apreciaba mucho y me hacía mucha gracia, se llamaba Cory, le había puesto ese nombre a la ardilla que siguió a mi hermano a escondidas todo este tiempo, Jason tenía algo especial con los animales, sentía que podía comunicarse con ellos, porque siempre le hacían caso, mi hermano les susurraba al oído en un idioma raro y los animales se revolucionaban y parecía que le entendían a la perfección. Cory era muy pequeñito y peludo, muy juguetón, al que le encantaba y no sé por qué, la cebolla. Cómo a mi no me gustaba se me ocurrió en darle un poco y le encantó, incluso mas que las bellotas. Desde ese momento lo habíamos considerado como nuestra mascota porque siempre estaba con nosotros fuéramos donde fuéramos.
Esta noche sabía que iba a tener el mismo sueño y que luego me despertaría, así que Daniel me ayudaría a encontrar el lugar donde es el sueño e iríamos hacia allí, le había preguntado por un lago helado, pero no tenía ni idea, decía que si que recordaba un lago pero que no se acordaba del lugar exacto.
Estaba ansiosa por ir a buscar a mi amiga, desde que hablamos aquella noche Daniel y yo el me acompañó cerca de un río donde estaba una piedra muy grande, allí pusimos una foto de ella que siempre llevaba en el bolsillo, sus nombres y la fecha que era. Era una chica de pelo ondulado, de color marrón oscuro y tenía unos ojos verdes esmeralda con muchas pecas en la cara, era una chica guapísima y me encantaba cuando se le ponían los mofletes rojos cuando se reía. Tenía hoyuelos y se ponía los dedos en los agujeros para hacerme reír.
Todos los días le escribía una carta y la ponía en una especie de balsa pequeña para que se la llevara la corriente del río, sabía que podía seguir confiando en ella, le contaba mis secretos más profundos, y podía compartir con ella lo que fuera.
Por el reloj de sol de mi hermano marcaban las siete de la mañana, no tenía mucho sueño, los nervios me podían así que me fui fuera a tumbarme a la hierba un rato, estaba muy fresca y lo que mas me apetecía ahora era respirar  ese aire puro y hablar, no estaba nadie despierto así que empecé una carta para Ally:


Querida Ally:
Siento que están pasando muchas cosas en poco tiempo, eso me asusta y a la vez me inquieta, sigo sin creerme lo que estoy viviendo en estos momentos, es como si fuera… un sueño dentro de un sueño, el sueño del bosque dentro del sueño de que te has ido de mi vida, a lo mejor simplemente estábamos en clase de Sociales y me aburría tanto que me he dormido y este sueño se está haciendo eterno, aunque no creo porque tu ya me habrías despertado con un vaso de agua o gritando que estaban allí los Black i peas, que te conozco.
Ese tal Daniel debe de haber pasado una infancia horrible, creo que le debo ayudar, ya que él me está ayudando a encontrarte, ¿A dónde quieres que vaya? Dame alguna pista, te hecho demasiado de menos y nadie me cree cuando digo que necesitas ayuda, todos creen que estás… ejem, aunque mi hermano me está ayudando mucho, y ese chico también,  sobre todo el que está ahora a mi lado, se llama Cory, y me recuerda mucho a ti a la hora de contarle mis problemas porque siempre me escucha.
Ally, te voy a encontrar, te lo prometo.
Te quiere, Andy.
Cerré el sobre viejo de un color cobre que me había dado Daniel y lo puse encima de su foto junto con una rosa a mi lado, por tu perfume que olía a esa frescura particular, por ella, por las dos…
Cuándo iba a volver a la cabaña escuché una voz humana susurrar a lo lejos, parecía como si alguien estuviera cantando, con mucha curiosidad seguí la voz y Cory me detuvo a seguir.-¿Pero qué haces Cory? Suéltame anda-. Pero no me hacía caso y cada vez estaba mas nervioso hasta que por fin le dije.- ¡Cory para, si no quieres venir no vengas!-.Cory  parecía que tenía una cara de desilusión, aun así se fue corriendo hacia la cabaña y me dejó tranquila.
Cuándo estaba caminando hacia la voz, cada vez parecía que se alejaba mas, a cada paso que daba, cada vez mas nerviosa y estresada ya no sabía hacia donde ir porque la voz se había dispersado por todos lados y ya no sabía por donde había venido, salí corriendo hacia donde me guiaban las piernas, como hacía siempre, sin poder controlarlas, me guiaron al frente, y ya por fin podía escuchar la voz mas cerca, estaba cantando, parecía una voz femenina y era muy bella. Cuándo de repente me escondí detrás de un arbusto, estaba muy angustiada, todavía no me creía lo que habían visto mis ojos, eran dos hombres con armas guardadas mirando fijamente a una especie de ninfa, lo sabía por el libro que me estaba leyendo sobre las criaturas mágicas, estaba bañándose desnuda en el río, me escondí rápidamente porque leí que si mirabas a los ojos a una ninfa desnuda al momento te podías morir, y los dos hombres entre risas y murmullos se acercaron a ella, le posaron sus manos en sus hombros y la ninfa les miró, tenía un pelo del color del mar y seguía cantando, los hombres hipnotizados por su belleza murieron al instante.
La ninfa cogió un poco de agua con las manos y la echó encima de sus bocas abiertas, cuando miró en mi dirección volví la cabeza para esconderme, tan inmóvil como podía y la ninfa se acercó lentamente hacia mí, cuando estaba a unos pasos y yo ya estaba pidiendo auxilio en un movimiento abriendo la boca vi aparecerse a un centauro imponente que se interpuso entre la ninfa y yo y la echó con un relincho, cuando la ninfa desapareció junto a los cuerpos ocultándose en la nada vi que el centauro se acercó a mi y me dio la mano, en el estaban mi hermano y Cory, ¿Qué hacían ellos ahí y dónde estaba Daniel? Cuándo se lo iba a preguntar a mi hermano rápidamente volvimos a la cabaña y bajamos del centauro, cuando me volví ya no estaba allí, en su lugar estaba Daniel y por un momento iba a gritar del asombro pero Daniel me tapó la boca y entramos en la cabaña. Iba a preguntarle que qué acababa de pasar hace un momento pero sin tiempo a decir nada me dijo:-Ven conmigo, allí lo entenderás todo.
5.- Algunos secretos sin desvelar
Cuándo me guió hacia una pared del pasillo en la que había una librería y allí mismo se paró en seco, le miré desconcertada esperando alguna respuesta y el como me leía el pensamiento en estas ocasiones dijo:-¿Qué libro te parece el más diferente de todos estos? -. Al principio no sabía a que venía eso pero simplemente respondí:-Mmm, no sé-.Todos me parecían muy grandes y gran grosor con 600 páginas cada uno aproximadamente, y me parecían iguales, desvié la miraba hacia abajo y me fijé en que no me había dado cuenta de un libro que estaba torcido y no recto como los demás, lleno de polvo y además pude divisar que en la portada tenía dibujado unas enredaderas con este título: ``El único que nos salvará´´. También había dibujado un bosque helado, donde había árboles de cristal y suelo de hielo, estaba nevando y solo había dibujada una persona de espaldas. Seguidamente señalé ese con el dedo y dije:-Aquel Daniel-.a él parecía encantarle esa respuesta pues asintió y se agachó para cogerlo. Me miró con cara de  misterio y abrió la primera página del libro, estaba en blanco, pasó la segunda y estaba escrita con tinta negra, así hasta que llegó a la página catorce y desde ahí empezaban a aparecer dibujos de seres míticos como gigantes, ninfas, elfos, fénix, centauros…
Me dijo que pasara las siguientes hojas y cuando pasaba y pasaba por fin llegué a una página en la que había una especie de poesía en un antiguo idioma y me dijo que lo leyera:
δείτε το δάσος
Αυτό που κανείς δεν μπορούσε να δει πριν από
γιατί η αλήθεια είναι
στην καρδιά του δάσους
αν δεν μπορείτε να πάτε εσείς δεν είστε προετοιμασμένοι
Αλλά δεν στενοχωριέμαι, γιατί θα έρθει η ώρα
Δεν πρέπει να φοβόμαστε τίποτα, γιατί είναι αυτοί που φοβούνται από εσάς.
Le miré con la mejor cara que podía poner en ese momento y le dije.- ¿Cómo se supone que quieres que lea esto?-. –Es una antigua poesía de mis antepasados y en este diario que lo heredé de mi madre están escritos un montón de documentos que te pueden llegar a descubrir lo que has visto en el bosque y también lo que te queda por ver-.
-¿Entonces estás diciéndome que tengo que descifrar esta poesía para luego poder descubrir más cosas sobre el bosque?-.
-Más o menos-. -¿Y por qué no me explicas tu lo que acabo de ver?-.
-Porque hice una promesa muy importante que si no la cumplo me puedo jugar la vida Andy-.
-¿Entonces no quieres ayudarme?-.
-No es eso, es que no lo puedes entender, no puedo decirte nada por eso quiero que lo descubras tu sola-.
-Pero no soy un traductor profesional o una enciclopedia de todos los idiomas que existen, ni siquiera sé que idioma es este-. –Es el griego-.Dijo entonces Daniel, cansado de escucharme pero sin decir una palabra más.
-¿A sí que no me contaste ``todo´´ esa noche?-. –Andy hay cosas que no te puedo contar, te quiero ayudar pero la mejor forma es esta, no sé como pero intenta descifrar-.No dije nada por el tono tan alto en como  había pronunciado esa frase así que me callé y él se marchó.
Se estaba haciendo tarde y había veces que pensaba en preguntarle si esta noche íbamos a salir de la casa pero se me quitaban las ganas cuando recordaba la escena de él y yo peleando esta mañana, no sabía a quien acudir. -¿Es qué no piensas decirme nada?-.Aquella voz la reconocía perfectamente, era la de mi hermano y parecía frustrado.
-Jason menos mal que estás aquí, necesito tu ayuda verás…-.
-¿En serio Andy? ¿No piensas decirme nada más? Aunque tampoco hace falta porque le cuentas todo a Cory-. Al principio le miré extrañada pero enseguida me di cuenta de que se refería a Daniel porque mi hermano no sabía nada de lo que pasó esa noche, ¿Cómo no pude contárselo? Era normal que estuviera enfadado, nunca le había ocultado nada y llevaba tiempo desviando mi mirada con la suya, pensando en mis cosas.
-Daniel te tengo que pedir disculpas yo…-.
-Ahora no me valen disculpas, si quieres algo consúltalo a los árboles-. Esa era una expresión que nunca se la había escuchado a mi hermano, él era muy ecologista y amante de la naturaleza, había dicho de una manera que los árboles no eran sabios, y eso ya era alarmante.
-Mira déjalo, yo lo único que quiero es salir de aquí-.
Cuándo se fue de la habitación me sentí vacía por dentro, era una de esas sensaciones en las que sentías que tu cuerpo estaba hueco y no lo soportaba.
Me tiré en el sofá toda la noche sin poder dormir, pos eso mismo no tuve ningún sueño y se me hacía eterna la noche, me daban ganas de llorar pero como mi hermano estaba dormido en esa habitación me retuve y salí muy despacio de la cabaña, me tumbé en la hierba fresca y contemplé la luna, me sentía un poco menos asfixiada allí fuera, sentía que respiraba mejor.
Divisando las estrellas dejé mi mente en blanco y pestañeé de una manera muy fuerte y cuando abrí los ojos vi una estrella fugaz, pedí un deseo, y creo que se cumplió al momento porque vi a mi hermano acercarse a mí y se sentó a mi lado.-Andy, prométeme que pase lo que pase siempre estaremos unidos-. Yo asentí con la cabeza y abracé a mi hermano con tanta alegría que es como si me hubiera tocado la lotería, no, mucho mejor. Después decidí en contarle todo lo que sabía para que ya no hubiera secretos y todas las cosas estuvieran mas claras.
6.-Verdad
A la mañana siguiente mi hermano me ayudó con la poesía oculta,  el por suerte estaba dando griego en el instituto, y aunque sabía poco creo que también había palabras sueltas en otros libros de la librería, de algo nos servirán de ayuda, decía mi hermano intentando ser optimista.
-¿Qué secreto ocultará tan importante ese chico?-.
-No estoy segura, pero creo que tu me ayudarías-.Dije insinuándole.
-¿Qué? Sé incluso menos que tú. ¿Qué quieres que te diga?-.
-Haber Jason, el otro día cuando vi a esa especie de ninfa, y luego un centauro, y luego tu y Cory ibais con él y… lo que quiero decir es quién era ese centauro-.
-Verás, no estoy seguro, pero te voy a confesar lo que sé, estaba en la cabaña hablando con Daniel y vino Cory como un loco a arrastrarnos hacia la puerta, parecía que nos estaba intentando decir algo y yo cuando te fui a buscar no te encontraba y asustado de que te había pasado algo me fui con Cory al bosque, Daniel se había quedado en la cabaña y cuando miramos hacia atrás vino el centauro que vistes, nos agarró de la mano y nos llevó hasta ti-.
-¿Eso es todo?-.
-Te dije que tú sabías hasta más que yo-.
-¿Y Daniel no vino con vosotros? Bueno no, es verdad que yo solo os vi a los tres, me estoy imaginando algo, pero es muy descabellado-.
-Cualquier cosa viniendo de este bosque es descabellada Andy, bueno, dejemos de comernos el coco, seguro que descubriendo este acertijo nos aclararemos un poco más-.
-De acuerdo, ¿has descubierto algo?-.
-Todavía no mucho, pero esta frase primera si sé que dice-. :
Ver todo
Como nadie lo ha podido ver antes
-Eso es todo, ¿qué querrá decir?-. Dijo mi hermano.
-No estoy segura pero buscaré en los libros esta noche y mañana te cuento-.
-De acuerdo, buenas noches Andy-.
-Buenas noches Jason-.

7.- Sin palabras
Esa noche estuve buscando y rebuscando en los libros de mitologías griegas, documentos sobre el pueblo, y justo encontré lo que no tenía pensando encontrarme, esas páginas que vi esta tarde era un diario, en cada página se escribía un día y siempre se dibujaba una luna llena, o creciente… según aquel día, ¿Por qué iba a querer apuntarlo? ¿Qué más daba? Al final del libro firmaba un tal Racorán.
En ese diario hablaba de usos de varitas, cartas antiguas y constelaciones para regenerar tu poder, había mucho contenido respecto a la magia, hablaba de unas normas que debían seguirse, 8 exactamente, y decía que debías cumplirlas a toda costa o te podían pasar como en muchas leyendas cosas terribles, por ejemplo, al fabricar una varita y querer hacer hechizos con ella de inmediato antes de que la mezcla armonizara bien podrías envejecer 40 años porque las pociones se descontrolaran, o eso es lo que pone que le pasó al aprendiz Lin.
Después de echar una vista rápida buscando algo que me llame la atención descubrí por qué apuntaba siempre las lunas, por los hechizos. Había un hechizo que estaba apuntado a un lateral pero parecía que lo había apuntado alguien al lado mucho después porque no tenía la misma letra ni tampoco el  mismo tinte viejo y descolorido. Era el hechizo del amor y ponía que se debería realizar un viernes por la noche bajo la constelación de la     , se necesitaba un cristal de cuarzo rosa, unas amapolas, y aceite de girasol con un toque de vainilla.
Después de examinar brevemente cada palabra descubrí esta carta:
Juro solemnemente no revelar a nadie las instrucciones y la información que voy a descubrir a partir de este momento, en caso de hacerlo, pondría en riesgo todo lo que es esencial para la enseñanza del Alto Concejo de Agatha y tendría que dar mi cuerpo desfallecido por un hechizo hecho por un dragón. Comprometo mi voto de silencio dos minutos después de la medianoche, con las estrellas de Rigel y Alderamin como testigos.
Aprendiz, Daniel Horus Rose.                                   
No podía creer lo que veía en mis ojos, era Daniel, ¿era un mago? No podía ser, aunque si fuera así a lo mejor se convirtió en un centauro, y por eso no podía contarme nada, ¡si no le matarían! Tenía que hablar con él enseguida.
***
-Andy, Andy, ya he descubierto que pone en la poesía-.
-Y yo he descubierto que Daniel tiene una relación con la magia, un momento, si me dijo que este diario era de sus antepasados el gran hechicero Racorán se lo dio a su madre antes de morir, y de ahí viene el amuleto mágico-.
-¿Qué? Espera, hay demasiada información en mi cabeza-.
-Déjalo, dime que has descubierto-.
-Verás, la poesía dice:
Ver todo
Como nadie lo ha podido ver antes
Porque la verdad está
En el corazón de la noche… en el corazón del bosque
Si usted no puede entrar es porque usted no está preparado
Pero no se preocupe, porque el momento llegará
No debemos de tener miedo a nada porque ellos son los que te tienen miedo a ti
-La poesía se llama, ξεχάσει το πνεύμα, que significa, el espíritu olvidado. ¿Qué te parece Andy?-.
-Me parece que todo me encaja ahora y que eres un genio Jason-.
-¿A sí?
-He podido ver el bosque con criaturas fantásticas, los dos hombres que vi eran espíritus, los espíritus que persiguen a Daniel, la verdad de todas las criaturas está en el bosque-.
-¿Qué verdad?-.
-Daniel cuando apareció la ninfa le tenía miedo, y no Daniel a ella, el momento ha llegado Jason porque nosotros hemos podido sobrevivir en el bosque-.
-Genial, eres fantástica pero lo que ahora hay que descubrir era que secreto se esconde en el corazón del bosque-.
-…, ya está, si te das cuenta la cabaña puede estar perfectamente en el corazón del bosque, y aquí se encuentran un montón de hechizos y secretos ocultos de la magia.
-Hay que contárselo de inmediato a Daniel, ¿crees que ya no estará enfadado?-.
-Espero que no, solo quiero descubrir si los datos son ciertos y… claro está, que me perdone-.
8.- La búsqueda
Esa mañana me dejé caer en un sueño profundo todavía salido el sol, estaba teniendo el mismo sueño, pero esta vez me fijé en algo diferente, en vez de fijarme en Ally como hacía siempre me fijé en el lago y en el bosque, si me fijaba se veía un poco de humo saliendo de entre los árboles, ¿Habría un incendio? También pude ver que en el lago había un punto blanco de luz saliendo de debajo del lago helado, en el agua.
Eso me quería decir algo ¿pero el qué? Esta vez no me asustaba mi amiga, pero cuanto menos le hacía caso más se acerca a mí, me quería hacer gritar para que me despertara y… así fue.
Me fastidiaba un montón pero sabía que poco a poco iba venciendo a mi miedo así que ya que había descubierto tales cosas, fui con los dedos cruzados a decirle a Daniel todo, espero que no esté enfadado conmigo,  me decía siempre.
-Andy, tenía que decirte algo, tienes razón, te contaré todo, no puedo seguir así…-.
-¡No! ¡Para! Ni se te ocurra a decir una palabra-.
-¿Qué? ¿Por qué?-.
-Lo sé todo, la poesía, la magia, las criaturas… quien eres tú en realidad-.
-¿Qué? ¿Has descubierto por que yo no podía…?-.
-Sí, y gracias por ayudarme, no me puedo creer que dieras tu vida por ayudarme a mi, a descubrir como salir de aquí, como recuperar a mi amiga, a todo, gracias a ti he sobrevivido-.
-Bueno chicos basta de momentos emotivos-, dijo mi hermano cuando se acercó a nosotros lentamente.-Haber Daniel, ayúdanos a encontrar una manera de salir de aquí-.
-Y también de encontrar a Ally, Jason que no se te olvide-, dije con tono sarcástico.
-Hay una manera de salir de aquí pero es un poco arriesgada, por la noche, hay lobos y criaturas más monstruosas-.
-Daniel, ¿por qué todos queréis asustarme?-.
-No quiero asustarte, es cierto, y si quieres encontrar a tu amiga necesito que me digas que has visto en tu sueño, esta noche me lo dices-.
-No hace falta, acabo de despertarme-.
-Y ¿qué has visto?-. Me interrumpió mi hermano.
-Esta vez me he fijado en que del bosque podía ver que salía humo, y en el lago helado podía ver salir una luz blanca de debajo-.
-Una pregunta, ¿qué habéis descubierto acerca de la poesía?-.Preguntó olvidando lo que había dicho.
Me fui un momento de la habitación dejando a mi hermano contándole a Daniel lo que habíamos descubierto mientras yo fui a por el diario de Racorán.
Cuando había vuelto enseñé el libro a Daniel y cuando abrió por la página en la que estaban algunos hechizos como el hechizo del amor rápidamente pasó de página asustado por si había visto algo y no entendía que pasaba porque en esa página no había nada interesante.
Cuándo estaba en la página de la poesía preguntó:
-Puede que el humo que salió del bosque era de un incendio, o una hoguera, o….-.
-¿O qué?-,
-O puede que sea humo de la chimenea de la cabaña-,
-Claro, eso explica que el secreto se encuentre en el corazón del bosque, el lago debe de estar cerca de aquí, el secreto no eran los hechizos de la cabaña, debe de haber algo mas fuerte en ese lago-.
-Es raro, yo nunca he visto un lago por aquí cerca, aunque tampoco me he alejado mucho, siempre estoy por esta parte y en el río, nada más-. Dijo Daniel.
-Esta noche habrá que salir a inspeccionar-, Dijo mi hermano con voz fuerte y segura.
  ***
Esa noche nos preparamos bien para salir, llevábamos el diario, un poco de ingredientes para algunos hechizos que quería hacer Daniel por si acaso, y toda nuestra mente centrada con nuestros sentidos alerta en cada momento. Íbamos a hacer algo muy peligroso, o por lo menos eso es lo que pensaba yo, tenía miedo, pero valía la pena por ella…
A Daniel si que se le veía asustado, y no sabía por qué porque él era el que tenía el control, sabía que algo malo se acechaba y eso nos ponía mas nerviosos a todos.
Cuándo estábamos caminando hacia la puerta Daniel se paró en seco y nos dijo:
-Allí fuera os van a intentar manipular, controlaros y meteros en vuestras mentes pensamientos en los que no podáis vencerlos, es imposible hacer nada una vez que escuches con atención-.
Nosotros asentimos tragando saliva y con un escalofrío por el cuerpo, salimos y nos fuimos adentrando en el bosque.
Cuándo estábamos dentro cerré los ojos y dejé que mis piernas caminaran, como la primera vez, la que nos hizo llegar hasta aquí. No me choqué ni una vez, y alguna vez me había planteado que hubiera pasado si no hubiéramos venido hasta aquí, pero otra vez me dije que era el destino, y si conoces a ciertas personas era por algo, era porque la vida quería que hubieras aprendido algo o que te hubiera pasado eso… y ahora estaba aquí, con el corazón latiéndome tan fuerte y rápidamente que creía que se me iba a salir del pecho, siempre había sabido que ese bosque tenía algo de mágico, y a Daniel también, su mirada en esos ojos profundos me inundaban las pupilas de una manera especial, la sonrisa que sacaba a veces era tan única. Me sonaba de algo, era como si ya hubiera soñado con este momento, como si el bosque fuera parte de mi infancia, ¿lo habría soñado alguna vez en mis sueños? Todo lo que había hecho era para llegar hasta aquí.
No dejaba que se me escapara ni una ráfaga de viento que pasaba, los minutos se me hacían largos y constantes, había llegado el momento, me paré en seco y abrí los ojos, miré a mi alrededor y allí estaba, era el lago, veía el bosque detrás de mí, y todo estaba cubierto de nieve, tan exhausta que estaba fui a llamar a mi hermano y a Daniel.
-¡Hemos llegado, estamos aquí, no puede ser!-, dije emocionada cuando me di cuenta de que no había nadie a mi alrededor, ¿dónde estaban? Los había perdido por completo pero ¿cómo?
Aunque después de un largo rato es verdad que solo escuchaba los sonidos de la noche, ni pasos ni voces.
Entonces torcí la cabeza y vi que había una persona en el lago, al principio creía que era mi hermano que se me había adelantado, pero no, me acerqué unos pasos a aquella persona pero seguía sin verla bien, cuando me miró y la contemplé con tristeza y emociones tan fuertes que sentía que no podía respirar, quería gritar pero no podía, era… era Ally, estaba allí y no podía explicar nada más.
En ese momento tuve un flashback y era como si recordara aquello antes, ella vino corriendo hacia mí y me dio la mano, la podía sentir, como si estuviera a mi lado, era tan real, sentía su perfume, su respiración, su fuerza de su mano agarrando la mía…
Me llevó hasta el lago y me habló:
-Andy, por fin has venido, ¿Por qué has tardado tanto? Pero lo bueno es que ya estás junto a mí y me podrás salvar-.
Me di cuenta de que Ally tenía doce años, y yo ahora mismo tenía dieciséis, tenía esa carita redonda con su nariz tan respingona y su energía positiva que me llenaba de alegría.
-Andy no llores, ya estamos juntas, y lo estaremos para siempre-.
-Ally, ¿Eres real?-.
-Pues claro que sí, y juntas descubriremos el tesoro del lago-.
-¿Cómo conoces ese tesoro?-.
-Llevo años observándote en tus sueños, y a ese niño también, el brujo, ten cuidado con él, te quiere embrujar Andy-.
-Él no me quiere embrujar, es muy bueno conmigo y me ha ayudado mucho-.
-Vaya vaya, veo que ya te ha lanzado el hechizo-.
-¿Qué hechizo? No sé de qué me estás hablando-.
-¿Qué sientes por él Andy?-.
-¿Qué que siento por él? Pues…-.
-Lo suponía, un hechizo de amor-.
-¿Qué? Él no me podría haber lanzado un hechizo de amor, no ha hecho nada que…-,
Ally puso cara de satisfacción en el rostro y yo le dije:
-La página del diario, lo había escrito él y por eso se asustó cuando abrí esa página-.
-Exacto Andy, y ahora que te he ayudado y nos lo seguimos contando todo, para hacer nuestra aventura de descubrir el tesoro en el lago me tienes que decir que hay que hacer para conseguirlo-.
-Yo no sé nada acerca del tesoro, he venido a por ti-.
-Ya, y ahora que estoy me tienes que ayudar, ¿dónde está el tesoro Andy?-.
-Ya te he dicho que no lo sé-.
-No te lo vuelvo a repetir, dímelo-. Esa voz no parecía de Ally, aquella no era ella, tenía furia e ira por querer conseguir el tesoro, se estaba cada vez enfadando más y yo no sabía que hacer-.
-Andy dime dónde está el tesoro, soy tu amiga ¿recuerdas? todas esas veces en las que jugábamos en el parque, corriendo hasta que no pudiéramos más, tu y yo contra el mundo-.
No dije nada, estaba con los ojos llenos de lágrimas y tenía miedo de aquella persona que hacía pasarse por mi amiga.
Estaba cada vez más nerviosa y a punto de estallar, se le llenaron la cara de bichos y de una mancha negra monstruosa, se acercaba cada vez más a mí y pensé que podía seguir la partida, como si fuera el sueño que tuve, miré hacia otro lado y pude ver una luz salir del lago, esa luz blanca potente con energía, escuchaba gritos del bosque y bloqueada por todo lo que estaba pasando cerré los ojos con fuerza y le dije a ``Ally´´:
-¡Déjame en paz, tu no eres mi amiga, maldito espíritu que quiere engañarme, déjame en paz, solo eres un monstruo mas de este bosque, nunca entrarás en mi mente!-.
Ally se fue transformando en una especie de monstruo horroroso con la cara llena de bichos y un cuerpo etéreo y con toda la fuerza que tuve salí corriendo hacia la luz blanca del lago, cada vez se acercaba mas a mí y yo mas a la luz, estaba muy cerca y cuando la iba a tocar dejé que me atravesara sin más.
9-.El regreso
Por fin me había recuperado un poco del choque que tuve, ¿me habría caído contra la hierba del bosque? O puede que contra el hielo, pero aquel suelo no era ni frío ni blanco, era áspero y duro, intenté abrir los ojos con mucho cuidado y mi hermano me levantó del suelo.
-Andy, que torpe eres, estábamos caminando por esta calle del pueblo y tú vas y te tropiezas, hay que ver…-
-Jason, y ¿Daniel? Y Cory y el monstruo, el bosque, ¿donde estamos? ¿Qué ha pasado?-.
-¿Quiénes son esos personajes? Anda vamos con papá y mamá-.
Me dolía mucho la cabeza y solo recordaba los tres años que había vivido en el bosque, pero… ¿había sido todo un sueño? No, no podía ser, todo lo que habíamos vivido, nunca había pasado nada, ni desde cuando nos encontramos con el niño hasta el lago…
Mi hermano tampoco se acordaba pero había sido tan real, tan profundo…
Me había enamorado de un ser imaginario, había tenido a una ardilla como mascota, había encontrado a un espíritu con el cuerpo de Ally, y lo peor es que todo era un estúpido sueño, mi mente cada vez me fallaba mas, que era real y que no, no lo sabían diferenciar mis movimientos y mis emociones, mi vida seguía siendo igual que antes…
-Papá, mamá, Andy se ha caído la muy mema y se ha empezado a soñar otra vez criaturas mágicas, como cuando era pequeña-.
-Jason te voy a matar-. Dije con voz asesina.
-Andy no es malo que sueñes, me acuerdo que soñabas con un chico que tenía una ardilla y vivía en un bosque o algo así…- dijo mi madre con voz burlona.
-Bueno, esto ya está arreglado, podéis marcharos, ah, y por cierto, este pueblo se llama: ESPÍRITU OLVIDADO, por si queréis volver algún día y buen viaje-. Dijo el mecánico.
-No gracias, este pueblo tiene algo de monstruoso, aquí tiene el dinero, y buen viaje a usted también-. Dijo mi padre tan chistoso como siempre.
Cuándo subimos al coche y nos estábamos yendo, me lamenté todo el camino ese sueño, y aunque fuera para reír, para mí era todo lo contrario.
-Bueno Andy pues ya tienes otra anécdota que contar mañana en clase jajaja, seguro que les encanta esa historieta que te has inventado-.Dijo mi hermano haciéndome rabiar.
Y yo harta de todos ellos salté:
-¿Pues sabéis qué? Algunas historias se cuentan, otras… se viven.


                                                    FIN









Epílogo
Otro lunes, otro desayuno, otra mañana... todo normal, excepto aquello que me pasó hace un año exactamente, hoy lo hacía y ya se había acabado el fin de semana. Menos mal que ningún miembro de mi familia me había recordado aquel incidente, yo ya lo había olvidado pero ojeé mi antiguo diario y descubrí que esto sucedió, me costó olvidarlo pero poco a poco tuve otros pensamientos en los que no me hicieron acordarme del pasado.
Esto me lo decía a la vez que estaba en mi clase de 2º A, ya tenía 14 años, los había cumplido el 12 de enero donde todavía hacía frío y alguna vez nevó por Minra.
A primera hora teníamos lengua y nos dio una sorpresa el profesor nada más llegar.
-Chicos, saludad a vuestro nuevo compañero, viene de otro país y solo se ha perdido una semana de clase desde su antiguo instituto, entre el viaje y de más, hemos visto su currículum y nos ha parecido de lo más interesante, hemos podido hacerle un hueco aquí así que por favor tratadlo bien-.
¿Así que un chico nuevo eh? Pensaba mientras le miraba de arriba abajo. Al principio me parecía de lo más normal pero seguidamente me di cuenta de quién era cuando dijo el profesor:
-Se llama Daniel, y nació en California-.
-¿Qué?-.Grité de repente delante de toda la clase.
-¿Tienes algún problema Andy?-.Dijo el profesor muy serio.
Rápidamente me callé y me escondí un poco la cabeza de la vergüenza que había pasado.
En esa primera hora de clase me quedé embobada mirándole estresada por aquello tan sorprendente que estaba pasando. Todo el rato me hacía las mismas preguntas,  ¿podría ser capaz de que esto fuera otro sueño o simplemente casualidad? O ninguna de las dos cosas y solo fuera una broma tonta. Fuese lo que fuese no tenía ninguna gracia, me estaba volviendo loca, esto era serio, o a lo mejor me he imaginado a alguien en mis sueños que ya había visto por la calle y fuese Daniel pero no podía ser porque él ha vivido en la cabaña del bosque desde hace muchos años.
Después de una larga mañana tocó el recreo y cuando me iba a ir a las pistas a jugar vi a Daniel sentado en una esquina sin nadie a su alrededor. ¿A quién no le daría pena? A demás, si fuera la misma persona de mis sueños sabría que no habría ningún problema en hablarle así que así lo hice.
-Hola-. Dije con una voz temblorosa y llena de vergüenza, o como diría mi amiga Lucía, ``corte´´.
-Hola-. Dijo él muy nervioso.
-¿No me conoces? ¿No nos hemos visto antes?-.Intenté hacerle recordar.
-No, bueno, en clase pero ya está. ¿Tú eres? -.Dijo Daniel interrogante.
-Andy, soy Andy Daniel-.
-Lo siento pero no te conozco de antes-.
-Pero si… tu madre y tu padre murieron-.
-¿Cómo sabes eso?-.Dijo Daniel con voz preocupada.
-Pues porque me lo contaste, en el bosque-.No se acordaba de nada y tenía ganas de gritarle y decirle todo lo que había pasado.
-¿Qué bosque? He estado en California toda mi vida y nunca he llegado a salir de allí hasta que encontró este colegio mi tío-.Subió el tono de voz intentándose defender.
Intenté aguantarme las ganas que tenía de llorar, Daniel no se acordaba de mí por completo pero no podía ser casualidad que mi subconsciente inventara a alguien que realmente existía.
-Bueno, adiós-.Dije intentando andar lo mas deprisa que podía.
-Espera Andy, verás… Ally está bien donde está ahora mismo-, y Cory también, mira en tu bolsillo-.
Perpleja después de aquello que me había dicho cogí una carta que había en mi bolsillo y la abrí:
 Juro solemnemente no revelar a nadie las instrucciones y la información que voy a descubrir a partir de este momento, en caso de hacerlo, pondría en riesgo todo lo que es esencial para la enseñanza del Alto Concejo de Agatha y tendría que dar mi cuerpo desfallecido por un hechizo hecho por un dragón. Comprometo mi voto de silencio dos minutos después de la medianoche, con las estrellas de Rigel y  Alderamin como testigos.
Aprendiz, Daniel Horus Rose.
-Andy, nunca me separaré de ti, te lo prometo, incluso dejaría todos los poderes del mundo por estar a tu lado. Solo quiero que confíes en mí, y dijera lo que dijera esa criatura del lago quiero que sepas que nunca te haría daño. Hace un año que te busco, y gracias al libro de hechizos he podido encontrarte, hay muchos secretos que me quedan por descubrir en mi pasado y me gustaría que vinieras conmigo.
Después lo entendí todo,  llena de ilusión y satisfacción por dentro, sin pensar en ninguna pregunta tonta que pudiera estropear este momento le puse las manos sobre los hombros y le di un beso.
Él juró no decirme nada nunca y cumplió su promesa, solo dejó que la magia dejara hacer el destino, y que sus promesas dejaran hacer la magia.

Continuará…

3 comentarios:

  1. k os ha parecido?? dejad vuestra respuesta, duda o consejo aquí en los comentarios!! lo recibiré encantada, pero por favor, sin insultos...

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  2. vereis, quiero aclarar una cosa que no aparece en el libro, es muy curioso:
    el nombre del pueblo es e pí it ol i dad .
    no?? pues bien, con las letras que faltan sería:
    el espíritu olvidado, al igual que la poesia en griego: ξεχάσει το πνεύμα
    una curiosidad ;) un beso!

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  3. me ha encantado, créeme que no escribiría un relato mejor que el tuyo ;)

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